La historia de Kia México ha sido una historia épica de resistencia, trabajo duro y logros... Y esa también ha sido nuestra historia en la planta de Pesquería, Nuevo León.
KMX es más que un centro de manufactura, es una amalgama de tecnología y calidad que se encuentra en los autos más atractivos del mercado generando emoción y confiabilidad. Nuestra planta no solo produce los autos preferidos de los mexicanos. También genera confiablidad.
En ESTAMPADO el ritmo y la convivencia de los trabajadores con los sistemas de automatización son claves. En esta primera etapa del proceso de producción, el acero plano es estampado con una presión de más de 5 mil 400 toneladas por impacto para dar forma a las primeras e inconfundibles líneas de carácter.
No existe otra tarea más automatizada que la de SOLDADURA, aquí, un ejército de más de 350 robots se encarga de aplicar puntos precisos de soldadura para dar forma a la carrocería.
El proceso de PINTURA se desarrolla aplicando primero un sistema anticorrosivo y selladores. Nuestros robots, se encargan de aplicar hasta 11 colores a una velocidad de 80 unidades por hora en 2 líneas.
Durante el proceso de ENSAMBLE, encontramos una serie de movimientos precisamente coordinados. Aquí, más de 30 mil componentes son instalados a través de un sistema secuencial que se encarga de alimentar los módulos pre ensamblados para un auto.
La perfecta y meticulosa coordinación de tareas y actividades a lo largo del proceso, da como resultado que, en menos de 1 minuto, un vehículo esté completamente terminado. Antes de salir de la planta, todos los autos son sometidos a pruebas dinámicas en nuestra propia pista.
Desde aquí, desde Pesquería, Nuevo León, se genera esta onda expansiva de emociones que nos hacen disfrutar cada kilómetro, cada sonrisa, cada sensación y que nos conecta con la confianza de seguir avanzando, seguir moviéndonos en este México que no se detiene.
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